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Senda fluvial del río Bedón

Datos Senda fluvial río Bedón.

Longitud ida y vuelta desde Rales, 9 kilómetros. Longitud sólo ida desde Vibaño, 10 kilómetros. Dificultad, fácil. Sin desnivel. Acceso desde la carretera local AS-115.

Descripción

La Senda fluvial del río Bedón comienza en el pueblo de Rales en Llanes. El sendero discurre próximo al cauce del río Bedón, en un paraje típico de ribera, hasta su desembocadura en la hermosa playa de San Antolín.

Parece ser que el tramo formaba parte de una antigua calzada romana. Aún hoy, al transitarlo, es fácil intuir la importancia que ha tenido a lo largo de los tiempos. Una transcendencia que se mantuvo hasta los años setenta, cuando todavía el camino era usado como vía de comunicación por los habitantes del valle del Bedón.

La entidad de Rales, lugar de inicio de la ruta, viene definida ya desde la Edad Media como un enclave estratégico. Lo demuestra el hecho de que aquí estuvo situado el Castillo de Aguilar, concretamente sobre la cima del Pico Castillo de 281 metros de altitud, el crespón rocoso que domina la localidad. Una torre defensiva circular de origen altomedieval, tan principal que incluso dio origen al primer topónimo, Puebla de Aguilar, con el que fue conocido Llanes en su origen.

Refuerzan la envergadura del valle, el río y sus poblaciones colindantes, el haber sido zona de influencia del Monasterio de San Antolín de Bedón. Los restos de este monasterio románico se encuentran a orillas del Bedón cerca de su desembocadura en la playa de San Antolín, final de la ruta propuesta. Monasterio que puede ser visitado en temporadas altas, ya que el Ayuntamiento de Llanes organiza visitas guiadas al mismo. Consultar en este enlace horarios y demás información sobre las visitas guiadas.

Recorrido de la Senda fluvial del río Bedón

Rales es una población que sorprende por sus casas de tipología netamente rural, claro ejemplo de la arquitectura tradicional asturiana. Casonas, alguna de ellas catalogadas, que se distribuyen en dos plantas y en las cuales destaca el típico corredor de madera.

Aparecen diseminadas, igualmente en la localidad, varias construcciones de arquitectura indiana, construidas a finales del XIX y principios del siglo XX. Por último también y en cuanto a arquitectura y etnografía tradicional asturiana se refiere, es posible recrearse observando alguno de los hórreos y paneras que aparecen en Rales, una de las señas de identidad de la indiosincrasia asturiana.

El río Bedón, también conocido como río de Las Cabras, con una longitud de 23 kilómetros, nace en la vecina Sierra del Cuera siendo el más caudaloso del concejo de Llanes. Su entorno está protegido y considerado como Lugar de Interés Comunitario (LIC) por su variada biodiversidad. En cuanto a su flora, durante el recorrido se puede observar una amplia variedad de ejemplares del denominado bosque de ribera, principalmente alisos, fresnos, abedules, saúcos y castaños. En cuanto a la fauna, es lugar habitado por aves tan reconocibles como la garza real, el águila ratonera, el mirlo, sumándose por último al hábitat, la simpática nutria común, una habitual de los ríos norteños.

Inicio de la ruta

La ruta, como hemos citado con anterioridad, se inicia en Rales junto al puente Nuevo donde figura un cartel de inicio del recorrido. Después de pasear unos metros entre las casas de la parte más baja de Rales y rodear un par de “praos” llegaremos sin pérdida hasta la propia ribera del río.

Centrales eléctricas

En el primer tramo del río nos aguarda la primera sorpresa del recorrido. Son los restos de una construcción en piedra que parece ser formaron parte de lo que fue una antigua central eléctrica. La primera central de Rales, anterior incluso, a la antigua Central de Electra Bedón que desde el 1923 suministraba energía eléctrica a una buen parte del concejo de Llanes. De la cual aún hoy es posible admirar su magnífico edificio, perfectamente conservado, que fuera construido en 1922 en mampostería y piedra y que se encuentra ubicada junto al sendero que comunica Rales con Vibaño, un sendero del que después hablaremos.

Praderías  

Sin abandonar en ningún momento la orilla del río, caminamos después entre el sotobosque y las praderías. Un tramo realmente bello en el que el relajante sonido del correr de las aguas no dejará de acompañarnos.

Desde alguna de las praderías que se recorren obtenemos una recompensa más. Se trata de la aparición al norte de la pétrea silueta recortada de los imponentes Picos de Europa. Un panorama inolvidable que ofrece vistas de belleza insuperable.

San Martín

El siguiente trecho nos conduce hasta la localidad de San Martín, no sin antes sobrepasar a nuestra derecha los restos de lo que fuera el Albergue de El Barréu que se incendió allá por el 2006.

Esta pequeña localidad que aparece escondida en un remanso del río, es un verdadero canto a lo verdadero “rural”. Un hermoso “lugar del mundo”. Un lugar de los que ya no quedan.

En este punto, después de cruzar el puente que da acceso al pueblín, abandonamos la senda y el río para continuar por asfalto hasta alcanzar el denominado lugar de Frieras, próximo a Posada de Llanes y donde se ubica la Quesería Bedón, donde se producen exquisitos quesos artesanos de vaca y de cabra.

Nada más entrar en Frieras, encontramos un lavadero, donde habitualmente suele haber ropa secando. Estas construcciones, junto a fuentes y abrevaderos fueron esenciales en la vida cotidiana de los asturian@s, formando aún parte de la historia y la cultura de esta tierra.

Retorno a la senda fluvial

En Frieras abandonamos la carretera y volvemos al río y al sendero. Este tramo de unos 1.200 metros es muy transitado por los vecinos de la zona en verano. En esta época estival es fácil incluso ver a la chavalería remojándose en alguna de las pozas que se forman en los remansos del río.

En la última parte de la ruta de la Senda fluvial del río Bedón antes de alcanzar la playa de San Antolín, dejando a nuestra derecha el viaducto de la Autovía del Cantábrico, aparecen tres puentes que cruzan el río. Uno del FEVE, otro de la Nacional 634 y entremedias el peatonal que forma parte de la senda y que debemos cruzar para en pocos metros alcanzar nuestro destino, la Playa de San Antolín.   

De Vibaño a Rales, tramo adicional

La Senda fluvial del río Bedón se puede ampliar iniciando la caminata en Vibaño. Al inicio de la localidad, viniendo de Rales, encontraremos un puentín que cruza el río. Aquí comienza un estrecho sendero que siguiendo el curso del río durante un kilómetro nos conducirá hasta Rales.

Aparte de la belleza del entorno, el principal atractivo es el anteriormente citado edificio de la Electra de Bedón. Hoy de propiedad privada y perfectamente conservado.

Propuesta para acometer la ruta

Otra forma de ejecutar el recorrido sería comenzarlo en Vibaño y hacerlo en un solo sentido. Siempre que se tenga la posibilidad de tener dos coches disponibles.  

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